viernes, 17 de mayo de 2013

"A RODA DOS REBOLOS" Ourense (Galicia)



Esta es la Leyenda Gallega que inspiró la idea del muro para "BAJO LA SOMBRA DE LAS PIEDRAS FLOTANTES"

En el lugar del pueblo de Coba, llamado "O Cerro Grande" hay un círculo formado por robles (en gallego los robles se llaman carballos y una variante del Carballo son los llamados "Rebolos") y en su centro una pena. Se le llama "A Roda Dos Rebolos".

Se dice que un hada vive dentro de ese círculo debajo de la pena y cuando sale al mundo exterior se forma como una muralla o pared mágica entre estos árboles que nada puede traspasar. También se dice que sí estás dentro de este circulo mágico y el hada quiere, cierra la pared y nada ni nadie puede salir.

Se cuenta que hace muchas generaciones, un joven en una fría noche de luna invernal huyendo de una manada de lobos que le perseguían desde la Breñal, acertó a pasar por la "A Roda Dos Rebolos" y se subió a la pena que está en su centro para, empuñando su lanza, poder defenderse mejor. Los lobos rodeaban el círculo de robles pero no se atrevían a acercarse, parece que tenían miedo, pero no del valor del hombre y de su lanza, sino de alguna fuerza del más allá.



El hombre le tiró una piedra al lobo que estaba mas cerca con la intención de espantarlo, pero la piedra chocó contra una pared invisible entre dos robles y provocó una luz como la de un rayo pero sin trono. Los lobos se espantaron tanto como el hombre y decidieron retirarse un trecho y esperar. Aunque el hombre intentaba permanecer en vela, no pudo evitar caer profundamente dormido. Cuentan que en su sueño vio una doncella muy bella, como un hada, que estirando los brazos en cruz gritaba "abre", y una pared sutil hecha como de viento que iba de árbol el árbol desaparecía. La doncella salió del circulo, y dirigiéndose de nuevo hacia el interior, levantando los brazos gritó, "cerrada". La pared de viento volvió a aparecer.

Al amanecer se espabiló sobresaltado, pero los lobos ya no estaban. El hombre lanzó otra piedra y miedoso del rayo ocultó el rostro entre sus brazos para protegerse, pero esta vez nada sucedió. Dudando, probó de lanzar otra piedra y pudo ver como pasaba entre los robles sin problemas. Se acercó muy despacio con el suyo lanza bien aferrada. Pasó temblando entre los dos robles entre los los cuales antes estaba la mágica pared que producía rayos. Pudo llegar sano y salvo al Castro de Coba y contó lo que le pasó.

4 comentarios:

Coidador@s de Barrio dijo...

Precioso

Juan dijo...

Esta historia está muy interesante,...

Juan dijo...

Esta historia está muy interesante,...

JOSE LUIS dijo...

Alguien puede indicar la posicion de este lugar, la de la piedra, en google earth o maps? Gracias